22/5/14

Próximamente Manuel Cortés estará firmando su nuevo libro en:

AGENDA DE ACTIVIDADES
31 de Mayo, Casa Panero, Astorga, León
en el marco del Primer encuentro internacional sobre literatura infantil y juvenil

2 de Junio, Presentación Oficial , Auditorio "Ángel Barja"
Conservatorio de Música de León, 19:30

7 de junio, Feria del Libro de Zaragoza,
Caseta de la librería Albareda

El vuelo a León del Principito, La leonesa Raquel Ordóñez Lanza prepara dos obras sobre . ‘El Principito’


por cristina fanjul | león 23/03/2014
La ilustradora leonesa Raquel Ordóñez Lanza prepara estos días dos nuevos libros: El primero de ellos, junto al escritor Manuel Cortés, es un cuento para adultos que narran nanas a los niños. Editado por MAR editor, su protagonista, al igual que en el Principito original, es un niño que reflexiona sobre asuntos vivenciales cada noche. «Dado que ese pequeño protagonista nació y vive en León, las referencias a nuestra ciudad son continuas», destaca Raquel. Además, la artista también prepara una obra sobre la Catedral junto a Paz Brasas. «Cuando los niños tengan este libro en sus manos podrán desenvolverse con facilidad y con emoción dentro de un templo gótico, eso sí, acompañados por las bestias de piedra que habitan en sus muros».

Nanas para un Principito

Manuel Cortés Blanco encuentra el mayor de los reconocimientos en la sonrisa de su pequeño después de que cada noche le cuente algún cuento a modo de nana.
Tras haber publicado cuatro libros y haber participado en distintas antologías de relatos, Nanas para un Principito recoge muchos de esos momentos, erigiéndose en su obra más íntima, más entrañable, más personal. En ella recorre distintas vivencias de los dos primeros años de su hijo, poniéndole voz propia, haciéndole reflexionar sobre las mismas desde su prisma infantil —como hiciera el Principito original— y cerrándolas de la mejor manera que sabe: con uno de sus cuentos.
Nos encontraremos historias como: "El rey descolorido", "El topo de la catedral", "El día de los récords", "La luna y el lobo", "La vieja ermita", "El sabor del mar", "Concierto para Año Nuevo", "El más ruin de los ratones", "La astucia del gallo", "Mi trocito de bizcocho" o "El último dragón bueno", entre otras.
En definitiva, se trata de un libro de 21 cuentos ilustrados para pensar, repensar, sonreír, leer, releer… fiel al estilo que caracteriza a su autor y —cómo no— a su máxima de vida: escribir para compartir. La ilustradora Raquel Ordóñez Lanza es la encargada de dar a estas nanas su forma y color.

Érase una vez… o el comienzo de todo, según Manuel Cortés Blanco

Érase una vez…
Temprano, a las 7:43 de esta aurora de domingo en la Clínica San Francisco de la ciudad de León, ha nacido nuestro hijo… ha nacido Manuel. Y lo ha hecho como cualquier otro niño, rodeado de gasas, pinzas quirúrgicas, paredes en blanco, amor y cifras: casi cuatro kilos en la báscula, 53 centímetros con la cinta métrica, 35 más de perímetro craneal, nueve sobre diez en no sé bien qué test… ¡La de números que somos a lo largo de una vida!
Después de un embarazo sin grandes sobresaltos, mamá comenzó con contracciones ayer por la tarde e incluso llegamos a acudir al hospital. En nuestra familia siempre fuimos muy puntuales y, dado que en esos días se cumplía precisamente la previsión que nos dieron para el parto, creímos que tal desenlace estaría próximo a llegar. Sin embargo nos equivocamos, pues tuvimos que volver a casa:
—Hasta que no sean cada cinco minutos no tienen que venir —insistió con cierta sorna la matrona.
—¡Qué impacientes estos padres primerizos! —resoplaba desde el
fondo un celador.
Así que, para no precipitarnos de nuevo, pasamos la noche contando
contracciones.
—A las 2:09, a las 2:24, a las 2:33…
—A las 3:00, a las 3:12, a las 3:19…
Por fin alcanzamos la secuencia sugerida:
—A las 4:47, a las 4:51, a las 4:56…
Llamamos a un taxi con nocturnidad y alevosía. Nuestro principio era su meta. Al vernos en tal estado, el conductor —tan amable como temeroso— le rogó a mi mujer que aguantase un poco, que no diera a luz allí dentro pues acababa de cambiar las alfombrillas. Tal vez por eso hizo el trayecto deprisa, mostrando un pañuelo blanco por la ventana y saltándose cuantos semáforos en ámbar nos salieron al paso. Para nuestra
suerte, llegamos pronto; para la suya, llegamos sin novedad.
—¡Mil gracias! —nos despidió aliviado antes de recontar la propina—.Que tengan un buen parto.
—¡Mil y una gracias a usted! Que tenga un buen servicio.
En el hospital aguardaba la misma matrona de la tarde anterior, quien
procedió nuevamente a monitorizar las contracciones: —A las 6:38, a las 6:41, a las 6:42… Deberían haber venido antes. Les dije que cuando fueran cada cinco minutos —nos regañó sin perder la sorna.
—¡Qué dejados estos padres primerizos! —apuntaló el celador.
      C allo, pero eso no significa que otorgue nada. Porque está visto que actúes como actúes, siempre habrá alguien para quien no acertarás. Ante la inminencia del final, avisaron a la ginecóloga, al anestesista, a una enfermera, a otro celador. Nuestro hijo hizo madrugar al equipo de guardia pese a ser una mañana de festivo. Entramos al paritorio, permitiéndome que estuviese a la cabecera de la cama como un espectador excepcional. Lo agradecí infinito. De hecho, aun cuando nunca recuerde los favores que como médico haya podido dispensar a mis pacientes, jamás olvidaré esta atención que tuvieron para conmigo.
Y todo salió perfecto. Cuando el pediatra golpeó suavemente su culito, nuestro pequeño Manuel rompió a llorar.  (…)

           
Y es a partir de este punto de Nanas para un Principito, donde comienza este libro sobre la magia de la vida, el amor y  los cuentos que nos van descubriendo el mundo.

Antoine de Saint-Exupéry. Dedicatoria de “El Principito”, 1943.


Pido perdón a los niños por haber dedicado este libro a una persona mayor. Tengo un motivo importante para ello: esta persona mayor es el mejor amigo que poseo en el mundo. Además, tengo otro motivo: esta persona mayor puede entenderlo todo, hasta los libros para niños. Tengo aún un tercer motivo: esta persona mayor vive en Francia, donde padece hambre y frío. Tiene mucha necesidad de ser consolado. Si todos estos motivos no son suficientes, quiero, entonces, dedicar este libro al niño que una vez fue esa persona mayor. Todas las personas mayores han sido primero niños —aunque pocas lo recuerdan—.
           
          Estas son las palabras con las que Manuel Cortés Blanco encabeza su libro Nanas para un Principito.

Manuel Cortés Blanco, escritor. Biografía

Es médico y psicólogo. Cuenta en su haber con un Premio Nacional Ulysses a la Investigación por su labor científica. Como escritor ha sido galardonado —entre otros— en el Premio Internacional Vivendia de Relato. Además se siente cuentista; cuentista porque utiliza el cuento para expresar lo que vive —tanto en los libros que escribe como en sus sesiones de cuentacuentos—, por pertenecer a una familia que se cuenta las cosas, porque ingenio e imaginación cuentan siempre en sus obras. Quizá de ahí provenga esa habilidad para convertir en novela esta serie de relatos, resultando una mezcla de lo más emotiva.
     Manuel tiene un estilo propio, entrañable; escribe para compartir. Con su opera prima El amor azul marino (Editorial Amares) obtuvo el Premio Literario Amares 2005. Es también autor de los libros Cartas para un país sin magia (Ediciones Irreverentes) y Mi planeta de chocolate (Ediciones Irreverentes, finalista del II Premio Internacional Vivendia de Relato), habiendo participado junto a otros maestros del género en las Microantologías del Microrrelato II y III.
     Su anterior libro publicado es Siete paraguas al sol obra ganadora del VI Premio Ciudad ducal de Loeches de Novela, en el que comparte palmarés con escritores como Francisco Nieva, Antonio Gómez Rufo o Pedro Antonio Curto.
http://manuelcortesblanco.blogspot.com 

Raquel Ordóñez Lanza, ilustradora

Es maestra, ilustradora y músico a partes iguales. De entre los últimos proyectos artísticos de la ilustradora de Nanas para un Principitocaben destacar: el cuento Leonoso de Marcelino Grandmontagne, La hormiga Pasmina –Editorial Everest- y los Cuentos de Ayquedaño de la Fundación Proyecto Joven.
Desde hace once años viene también desarrollando en su trabajo como maestra un proyecto para aplicar la Educación Plástica en la enseñanza de materias como Lengua, Matemáticas, Ciencias Naturales y Ciencias Sociales. Además, imparte cursos en los Centros de Formación del Profesorado de la Comunidad, mostrando a otros docentes, metodologías plásticas elaboradas por ella misma, que otorgan a la Educación Artística un poder pedagógico fundamental en el sistema educativo.
Enseñanza, Música, Artes Plásticas, tres disciplinas diferentes que dan sentido a su vida y que ella consigue fusionar a través de la emoción, algo común a todas ellas.

Nanas para un principito, el vídeo para quienes cuentan cuentos a los niños