22/5/14

Antoine de Saint-Exupéry. Dedicatoria de “El Principito”, 1943.


Pido perdón a los niños por haber dedicado este libro a una persona mayor. Tengo un motivo importante para ello: esta persona mayor es el mejor amigo que poseo en el mundo. Además, tengo otro motivo: esta persona mayor puede entenderlo todo, hasta los libros para niños. Tengo aún un tercer motivo: esta persona mayor vive en Francia, donde padece hambre y frío. Tiene mucha necesidad de ser consolado. Si todos estos motivos no son suficientes, quiero, entonces, dedicar este libro al niño que una vez fue esa persona mayor. Todas las personas mayores han sido primero niños —aunque pocas lo recuerdan—.
           
          Estas son las palabras con las que Manuel Cortés Blanco encabeza su libro Nanas para un Principito.

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